En qué consisten la publicidad corporativa y la publicidad institucional 

Sus métodos pueden ser los mismos, no así su finalidad. El objetivo de la publicidad corporativa es generar un sentido de confianza hacia una empresa y sus productos. Por su parte, la publicidad institucional informa al público sobre temas de interés general. En general, ninguno de los 2 tipos de publicidad busca el lucro, pero sí salir reforzadas por la comunicación de sus mensajes. Conozcamos qué son la publicidad corporativa e institucional y cuáles son sus similitudes y diferencias.

Objetivos de la publicidad corporativa 

Las organizaciones empresariales pueden utilizar 2 tipos de publicidad para lograr sus fines. Por un lado, la publicidad comercial, que utiliza estrategias como el outbound marketing para la promoción de sus productos y servicios con el objetivo de aumentar las ventas. Por otro, la publicidad corporativa es una estrategia que va más allá, dado que se basa en cultivar una percepción positiva de la marca entre los consumidores y socios colaboradores. No obstante, el mensaje promocional sobre la propia organización puede ir incorporado en una campaña centrada en sus bienes y servicios. Por ejemplo, una compañía de pescado utracongelado ensalza la calidad de su pescado junto a un mensaje de responsabilidad social corporativa en el que asegura que sus métodos de captura no destruyen el fondo marino.    

Estas son las finalidades de la publicidad dirigida a la propia corporación:

1. Crear un branding.
2. Construir una imagen y reputación.
3. Recuperar la confianza perdida.
4. Contrarrestar ciertas actividades que tienen poca aceptación.

En conclusión, la publicidad corporativa parte siempre del ámbito privado. Su objetivo es promocionar la imagen pública de las organizaciones para, en última instancia, lograr su expansión y mayores ganancias.   

¿Qué es la publicidad institucional? 

Esta publicidad, también llamada de servicio público, está diseñada para informar al público sobre temas que se consideran de interés general. No tienen una finalidad lucrativa y pueden reflejar temas muy diversos, relativos a la salud, la seguridad vial, el medioambiente, las injusticias socioeconómicas o la igualdad en todas sus facetas. Estas campañas de publicidad suelen partir de las instituciones públicas de un país, pero también de organismos intergubernamentales, caso de la Unión Europea, Naciones Unidad, Unicef, etc.

Las campañas procedentes de una ONG pueden considerarse generadoras de publicidad institucional. Ejemplosson sus mensajes para concienciar sobre crisis humanitarias, cambio climático, vulneración de derechos humanos, etc. Sus mensajes pueden ser meramente divulgativos sobre estos conceptos humanitarios y solidarios, si bien pueden ser utilizados en promociones destinadas a la captación de socios que sufraguen tanto sus actividades, como la publicación de los anuncios en los medios de comunicación.

En cuanto a sus diferencias respecto a la publicidad corporativa, la declaración de comunicación y publicidad institucional del Gobierno de España las explica con claridad. Así, la Ley 29/2005 de 29 de diciembre, o ley de publicidad institucional, especifica la naturaleza de sus comunicaciones. Estas se entienden como un servicio a los intereses de los ciudadanos para “facilitar el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de los deberes”.

Similitudes y diferencias de la publicidad corporativa e institucional

La característica que más distingue a ambos tipos de publicidad es la búsqueda o no de un fin comercial. A pesar de que en la publicidad corporativa sirve para aumentar el prestigio de una marca y la corporativa tenga una función más social e informativa, existen también ciertas coincidencias en sus objetivos. No cabe duda de que un plan de marketing adecuado a los intereses de cualquier organización son beneficiosas para su imagen y marca. De esta manera, la publicidad institucional utiliza los medios de comunicación como vía para transmitir sus funciones ejecutivas, si bien esta forma de transmisión es capaz de transmitir unos valores propios, además de una selección de temas que puede mostrar una determinada sensibilidad y un prestigio de cara a su audiencia.